Existen muchas dudas y mitos en el mundo del chocolate y específicamente sobre el chocolate blanco ¿qué es? ¿por qué es de ese color? ¿es realmente chocolate?
El chocolate blanco es amado u odiado, hay quienes lo defienden a capa y espada y quienes afirman que ni siquiera es chocolate. Esta controversia nos parece muy interesante y por eso hoy platicaremos acerca de lo que nosotros pensamos del chocolate blanco.
Primero que nada, debemos entender que el chocolate está hecho básicamente de dos elementos: cacao y azúcar, que después pueden mezclarse con leche, frutos secos e infinidad de ingredientes más. El cacao es la base indiscutible, el ingrediente clave del chocolate, y de él se separan dos partes esenciales para su preparación: la manteca de cacao y los sólidos del cacao.
La mitad de la masa de una semilla de cacao es la manteca de cacao: una grasa vegetal muy nutritiva y con propiedades físicas únicas. Su color es amarillento y su punto de fusión coincide con la temperatura corporal de los humanos, lo que la hace sólida a temperatura ambiente y se derrite fácilmente en nuestra boca. Contiene antioxidantes naturales, que previenen la rancidez, lo que hace que dure muchos años en excelente estado. Es la manteca de cacao la que se encarga de darle al chocolate su textura lisa, suave y brillante y la sensación aterciopelada que nos deja en la boca.
Los sólidos del cacao, por su parte, son la suma de todas las demás sustancias que se encuentran en la semilla del cacao desprovista de la grasa y se calcula que son unas 300 sustancias distintas. Entre ellas tenemos proteínas, antioxidantes, minerales y principalmente teobromina, que es un estimulante. Es en los sólidos del cacao donde están contenidos todos los complejos aromas y sabores del cacao, así como su color característico.
Una vez comprendida la composición del chocolate, podemos ver claramente las diferencias entre el chocolate oscuro y el chocolate blanco.
El chocolate oscuro contiene ambos elementos fundamentales del cacao: sólidos del cacao y manteca de cacao, que en conjunto con el azúcar y la leche en diferentes proporciones, nos dan las diferentes variedades de chocolates amargos, semiamargos o con leche. Mientras más oscuro, el resultado es un chocolate rico en aromas, sabores y nutrientes, crujiente y amargo.
El chocolate blanco, en cambio, contiene sólo la manteca de cacao con azúcar y leche. Al no contener ningún sólido de cacao, carece de muchas de las sustancias nutritivas y estimulantes del cacao y tampoco tiene su color oscuro. Contiene más cantidad de grasa y también una mayor cantidad de azúcar. Lo que da como resultado un chocolate dulce, cremoso, con débil sabor y muchas calorías. El riesgo con esta variedad de chocolate, es que muchos productores agregan otro tipo de grasas vegetales menos saludables para reducir el alto costo que genera la manteca de cacao, lo que reduce mucho la calidad del producto final.
En Nuazet Chocolates creemos que oscuro, con leche y blanco, son variedades de un mismo producto que es el Chocolate, siempre y cuando mantengan su pureza al ser elaborados con manteca de cacao y sin otras grasas añadidas.
¿Te interesa degustar diferentes chocolates con diferentes porcentajes de cacao?