El chocolate es uno de los alimentos más amados y consumidos en todo el mundo, pero pocos conocen su origen y la fascinante historia detrás de su creación.
El cacao, la materia prima principal del chocolate, es originario de la región de Mesoamérica, donde los pueblos indígenas como los mayas y los aztecas lo consideraban un alimento sagrado y lo utilizaban en ceremonias religiosas y rituales.
Se cree que los primeros árboles de cacao fueron cultivados en lo que ahora es México alrededor del 1.500 a.C. Los mayas, en particular, fueron conocidos por su habilidad en el cultivo y procesamiento del cacao, y lo consideraban una bebida divina que les daba sabiduría y conocimiento. La bebida de cacao también se usaba como moneda y se intercambiaba por otros productos en los mercados de la época.
La historia del chocolate:
Chocolate deriva de la palabra azteca “xocolatl”, cuyo significado es “agua espumosa”, denominación que era utilizada por los Olmecas (1500- 400 A.C.), y por los Aztecas (1400 A.C.), posteriormente fueron los Mayas (600 A. C.) que identificaron una bebida amarga, de fuerte sabor, y de gran valor energético. La historia relata que el emperador azteca “Moctezuma” agasajó, en 1520, a Hernán Cortés y a sus soldados con “xocolatl”.
Los historiadores atribuyen a los conquistadores europeos como los primeros navegantes que comenzaron a despojar de sus riquezas a los habitantes del nuevo mundo. Sin embargo, es meritorio destacar que la historia atribuye a Hernán Cortés el haber sido el primer europeo en reconocer el enorme potencial económico del chocolate como alimento y como una forma de moneda.
El chocolate fue fundamental en la sociedad azteca. Para los aztecas el chocolate es la bebida de los dioses, ellos creían que los granos de cacao les daban sabiduría y fortaleza.
El chocolate moderno se prepara con la fermentación de semillas de cacao, árbol nativo de la región ecuatorial. Hacia el año 1100 a. C., antiguos productores de cerveza utilizaban vainas de cacao para fabricar sus bebidas. El proceso consistía en fermentar dichas vainas para luego utilizar la pulpa en la producción de cerveza, sin embargo, las semillas eran desechadas por considerarlas como un sabor muy fuerte y amargo.
Luego, 3 siglos más tarde, los productores comenzaron a utilizar las semillas fermentadas de desecho para preparar una bebida no alcohólica que, a pesar de su amargo sabor, era muy apreciada por los lugareños.
El mejunje se depositaba en jarros hechos a mano y en barro que espumaban la bebida y las servían en tazas de totumo, y se ofrecía para celebrar ocasiones únicas como matrimonios y nacimientos.
Un sabor inigualable:
Su agradable sabor y versatilidad lo han convertido en una pasión para millones de personas en el mundo. Incluso, diversos estudios comprueban sus múltiples beneficios y, gracias a esto, cada vez más profesionales de la salud recomienden su ingesta con moderación.
Aunque el cacao y el chocolate se han consumido durante cientos de años, solo recientemente comenzamos a conocer y a entender los beneficios de este sabroso alimento, los que derivan principalmente de su alto contenido de flavonoides. Ahora bien, la idea no es recomendar un consumo exagerado de chocolate, y más a aquellos con problemas de obesidad, quienes deberían restringir o evitar su consumo, como tampoco se sugiere con el consumo del vino tinto o de otras bebidas que también producen efectos negativos en la salud, cuando se consumen en exceso.
En NUAZET, Placer de los sentidos, somos amantes del chocolate y hacemos lo posible en convertirlo en la perfección para la degustación del ser humano.
¡Conócenos!. Estamos ubicados en la ciudad de Bogotá.